Camas para gatos

Existen muchos tipos de camas para gatos: cesta, cojín, caseta, casa, hamaca, alfombra y manta, camas… Los gatos son grandes dormilones, por lo que es un accesorio que se debe elegir con cuidado. Lo ideal es elegir una cama para gato económica como un cojín bien acolchado.

La cesta permite conservar el calor. Una cama de plástico resistente con un cojín o una manta es una buena cama para gato económica. La cesta redonda Zoomalia Basic es una excelente opción. Suave y cómoda, es ideal para el descanso de tu gato al igual que la cama rectangular Zolia Liina.

Una cama para gatito debe permitirle aislarse, dormir, observar y sentirse seguro. Debe ser mullida y cómoda, adaptada a su pequeño tamaño. A un gatito le gusta acurrucarse contra algo suave, caliente, que le recuerde a su madre y hermanos. Los lugares de descanso variarán a lo largo del día, pero debe tener una cama bien mullida para él solo.

Es posible elegir una cesta redonda, ovalada, rectangular o bien un cojín como el cojín redondo para gato Zolia Chapka. El Tipi Zolia Rambo es ideal para los gatitos.

A los gatos les gusta mucho encaramarse, incluso para dormir. Para satisfacer esta necesidad y proporcionarles el máximo confort, hay hamacas para gatos. Existen camas-hamacas que se fijan a las ventanas gracias a ventosas.

Otras pueden colgarse de un radiador, lo que permite al gato disfrutar del calor tan apreciado. Algunos árboles para gatos están equipados con una cama en su parte superior.

Se pueden encontrar hamacas para radiadores, para ventanas y muebles, pero también hamacas con patas. La hamaca de radiador Zolia Push es particularmente mullida y se puede colgar a un mueble.

Si lo deseas, tu gato puede dormir en tu cama. Pero hay que saber que sigue siendo un animal que tiene gran actividad durante la noche. Un gato no duerme ocho horas seguidas y debe poder moverse incluso durante la noche.

En cualquier caso, debe tener a su disposición un cojín, una cesta, una cama dedicada a él, colocada en un rincón tranquilo, si es posible en altura. Lo más sencillo es observarlo a diario. Durante el día, elegirá diferentes lugares donde se siente bien. Solo necesitas instalar su cama en uno de esos lugares.

La cama del gato debe limpiarse regularmente. ¡Algunos modelos se pueden lavar en la lavadora! Es la solución más práctica. Se elige un detergente suave y biológico que no represente un riesgo para el animal. Dependiendo de los materiales, se lava con agua fría o caliente.

También se puede lavar a mano. Se verifica regularmente la ausencia de parásitos y el desgaste de la cama. Aspíralo todos los días y ventílalo regularmente colocándolo en el borde de la ventana.