Árbol para gatos

Para acostumbrar a tu gato a su nuevo rascador, es posible esconder golosinas o colocar catnip, una planta cuyo olor les encanta a los gatos. Juega con él utilizando sus juguetes favoritos. Acabará comprendiendo que el rascador se asocia con golosinas, olores atractivos y momentos agradables.

No lo fuerces, pero intenta una o varias veces al día hasta que adopte este nuevo accesorio de su entorno. ¡Y felicítalo cuando comience a usarlo!

Es posible ensamblar cajas de diferentes tamaños para hacer una torre con aperturas. Necesitarás un cúter y cinta adhesiva. Los embalajes cilíndricos son perfectos para usarlos como rascadores. Solo hay que enrollar cuerda gruesa a su alrededor.

Para un rascador más robusto, utiliza cajas de vino, cajones o palets. Una estantería de acero puede convertirse en un rascador al añadir cojines, alfombras, cajas, tubos de PVC. Envuelve los pilares verticales con cuerdas y cordeles. Cada nivel debe ser fácilmente accesible.

Coloca tu rascador cerca de una ventana. Tu gato aprovechará para mirar afuera. Pero también debe poder observar lo que sucede a su alrededor. Su rascador debe estar en una habitación concurrida pero un poco apartado para que pueda descansar tranquilo.

Debe colocarse en un lugar que le guste habitualmente. Evita colocarlo junto a una mesa, una cómoda o un sofá; esto incitaría a tu gato a saltar de su árbol a otros muebles o afilar sus uñas fuera del rascador.

Para el primer rascador de tu gatito, elige un modelo que no sea demasiado alto ni demasiado imponente, pero que sea muy estable. Un tronco principal con base de sisal le permitirá afilar sus uñas; una plataforma será perfecta para jugar o descansar.

Algunos modelos miden menos de un metro de altura como el pequeño rascador de 55 cm Classic 3 o el pequeño rascador de 70 cm de Zolia Laydie. Tu gatito debe poder sentirse cómodo en todas las posiciones, jugar, afilar sus uñas y dormir. Si tu gatito ya es aventurero, opta directamente por un rascador de tamaño medio.

Pasa regularmente la aspiradora por todo el rascador para eliminar polvo y pelos. Un cepillo adhesivo permite recuperar los pelos. Un limpiador a vapor es ideal, ya que evita el uso de productos químicos, no empapa los materiales y elimina una gran parte de las bacterias.

Para eliminar las que quedan, se puede espolvorear el rascador con bicarbonato de sodio, dejar actuar una hora y aspirar. Los tejidos estarán desinfectados y la estructura será desodorizada.