Rascadores para gatos

Para que tu gato haga sus garras en su rascador y no en los sillones o sofás, es necesario acostumbrarlo a este nuevo accesorio.

Para ello, es posible colocar golosinas en el rascador o pulverizar feromonas en la superficie para atraerlo. Esto también funciona con hierba gatera que puedes triturar y frotar contra la superficie del rascador.

Juega con tu gato cerca del rascador y felicítalo cada vez que se acerque o comience a rascarlo. Las golosinas también sirven para recompensarlo y que entienda que este accesorio es para él y que puede rascarlo.

No fuerces a tu gato, pero juega con él cerca del rascador varias veces al día durante unos minutos.

El rascador se puede instalar en muchos lugares. Lo esencial es que esté ubicado en un lugar que tu gato aprecie y donde pase mucho tiempo. Puede instalarse cerca de su cesta porque, al despertar, al gato le gusta estirarse y hacer sus garras.

También se puede colocar en el balcón o la terraza para evitar que el gato haga sus garras en tus plantas. En cualquier caso, el rascador debe estar en evidencia, bien visible, para corresponder a un espacio de marcado de fácil acceso. Debe estar en un lugar de paso.

Es muy fácil fabricar un rascador para gato. Un simple cartón rígido y alveolar puede servir. Si deseas ofrecer algo más elaborado, una tabla y una cuerda enrollada alrededor harán un muy buen rascador. La tabla puede ser suspendida con un sencillo gancho.

Para fabricar un rascador mural, elige una tabla de madera y un trozo de alfombra o junco de mar. Pega el trozo de sisal en la tabla y fija esta al muro. Es práctico y puedes renovar el rascador infinitamente... El fieltro también funciona muy bien.

La primera cosa que hacer es instalar un rascador destinado exclusivamente a tu gato. Si es recompensado cuando lo usa y si es atractivo, tu gato preferirá hacer sus garras en su rascador que en los sillones y sofás.

Cuando veas a tu gato hacer sus garras en el sofá, di un "stop" o un "no" firme. Puedes agregar papel de aluminio o un repelente en los sillones mientras tu gato se acostumbra a utilizar su rascador.

Si se trata solo de hilos tirados, pasa delicadamente una maquinilla de afeitar para hacerlos desaparecer. Una aguja e hilo también permiten ajustar las fibras del tejido para ocultar los daños.

Si los arañazos son realmente importantes, queda la solución de la funda protectora o coser una pieza del mismo color en el lugar dañado.

Si los arañazos son más importantes y se trata de un sofá de cuero, existe pasta reparadora para cuero. Permite rellenar los arañazos y luego recolorear el cuero.