Transportines para perros

Para el transporte de su perro, la jaula debe estar perfectamente adaptada a su tamaño. Debe asegurarle al mismo tiempo comodidad y seguridad, sea cual sea el medio de transporte utilizado.

Para los perros muy grandes, la mejor solución es la jaula metálica como la jaula de transporte plegable en metal con asa Zolia Yala disponible en varias tallas. Estas jaulas son sólidas y estables. El aire circula fácilmente y son espaciosas. Están reservadas para el transporte en coche.

También existen jaulas muy grandes para el transporte en avión que cumplen con la norma IATA (International Air Transport Association). En todos los casos, la jaula de transporte debe permitir a su perro estar de pie y girarse fácilmente.

Para comprar una jaula de transporte sin equivocarse, mida la longitud y el "ancho" de su perro. Añada 15 cm a cada una de estas medidas. Existen jaulas desde la talla 0 hasta la talla 5, de 64 x 43 x 43 cm hasta 122 x 81 x 89 cm.

Para la seguridad de su perro, pero también para la de los pasajeros y otros usuarios de la carretera, la jaula de transporte debe estar perfectamente sujeta. En el asiento trasero del vehículo, debe fijarse con un cinturón de tres puntos. Algunas jaulas están equipadas con ranuras o pasadores que permiten pasar el cinturón de seguridad por los lugares correctos. Si la jaula no dispone de ellos, pase el cinturón de seguridad por al menos dos puntos rígidos como los barrotes o las asas. No debe poder deslizarse en caso de choque.

Se aconseja probar la instalación vacía. Las jaulas grandes no pueden caber en el asiento trasero. Deben colocarse en el maletero. Para mantener la jaula en su lugar, existen correas de seguridad. Se pasan por los puntos fijos de la jaula y en los anillos presentes en el maletero.

Para acostumbrar a su perro a la jaula de transporte, colóquela en un lugar que el perro aprecie en la casa. Coloque en el interior una manta, un cojín cómodo y sus juguetes preferidos. Algunas golosinas pueden ser útiles al principio para los más reacios. Incite a su perro a entrar y recompénselo.

El entrenamiento puede repetirse varias veces al día hasta que su perro entre por sí mismo en la jaula. Después de algunos intentos, su perro aceptará tumbarse en la jaula de transporte. Una vez más, felicítelo. Cuando esté perfectamente cómodo, puede cerrar la puerta mientras felicita a su perro. Ábrala rápidamente las primeras veces y luego deje la puerta cerrada unos diez minutos.

Asegúrese de felicitar bien al perro antes de abrir la puerta y asocie esta acción de apertura con una orden simple. Cuando el perro esté perfectamente acostumbrado a la jaula dentro de la casa, coloque regularmente la jaula de transporte en el coche para trayectos cortos.